lunes, 25 de mayo de 2020

Lugares donde encontrarnos




Hubo una época en la que ser friki era motivo de burlas y escarnio, algo similar a lo que sucede todavía con el colectivo LGTBI+. Ser parte de la otredad, de lo ajeno, de lo incomprensible es algo que nos suena demasiado, ¿verdad? Sin embargo, muches de nosotres nos hemos encontrado en esos lugares ocultos y apartados de lo considerado ‘normal’ o mainstream, como si de una sociedad secreta se tratase.

Es precisamente en lo friki, lo poco popular y comercial de la cultura y de las artes donde hemos hallado no solo un refugio al que acudir para evadirnos de nuestra realidad, sino un espejo en el que vernos reflejades, donde disfrutar de narrativas que sí nos representaban. Por supuesto, son las obras que hace años se consideraban raras y de frikis las que nos han dado nuestras primeras Willows y Taras o nuestros primeros Zabuza y Haku; en definitiva, nuestras primeras voces en el mundo audiovisual.

Es también en este ámbito donde muches de nosotres hemos forjado amistades y lazos con otras personas que no solo comparten nuestra afición, sino además nuestra pertenencia al colectivo LGTBI+. Es en lo friki donde nos hemos dado cuenta de la importancia de la representación positiva, donde hemos obtenido el valor para salir de nuestros armarios, donde hemos dicho basta cuando en la ficción nos trataban como a personajes sin importancia de los que deshacerse con una muerte trágica e innecesaria.

Hoy es el Día del Orgullo Friki, un día en el que también celebramos no pertenecer a esa normalidad que nos encorseta y no nos otorga esa libertad tan ansiada. Celebramos que en nuestras diferencias está nuestra riqueza y que lo que una vez fue un refugio secreto para muches, hoy es motivo de honra, igual que cada día llevamos con más y más orgullo nuestra bandera arcoíris y nuestras siglas.

domingo, 17 de mayo de 2020

Vivir siendo LGTBI+



Son muchas las personas que se extrañan cuando digo abiertamente que soy bisexual, porque dicen que parezco lesbiana. La verdad que no entiendo muy bien lo de ligar la expresión de género con la orientación sexual. Desde que tengo conciencia he tenido que escuchar comentarios como “las personas bisexuales son unas viciosas”, “les gusta to’”, “no saben lo que quieren, están confundidxs”... Y yo, ahora, me pregunto: ¿qué hay de extraño en que me gusten las personas?

Desde pequeña he recibido comentarios como “marimacho”, “no te cortes tanto el pelo”, “¿y por qué no te pones un vestido?“, “pareces un chico”, bueno, sería imposible enumerar las veces que me han confundido con un chico, que, por cierto, muchos años llevé esa mochila de no sentirme visible siendo quien yo era.
También he transitado por las preguntas navideñas de ¿y los novios cómo los llevas? y debido a la invisibilización de mi orientación sexual, que aunque la sabían, nunca jamás me han preguntado acerca de ella, al revés, han intentado obviar ese tema por la incomodidad que les suponía. Incómodo es no poder expresarme libremente.

Al “parecer” lesbiana, he sufrido toda mi vida la discriminación y rechazo, explícita e implícita, por pertenecer al colectivo. De manera explícita, por las largas y castigadoras miradas de la gente, en la mayoría de lugares, simplemente porque mi expresión de género sobrepasa los límites de la heteronormatividad. Por darme un abrazo con una amiga, y tener que escuchar a gritos “¡¡¡¡¡¡lesbianas de mierda!!!!!!”. Por escuchar desde bien pequeña frases, hacia padres y madres de personas del colectivo, como “si te ha salido así que le vas a hacer, nadie quiere, pero es lo que toca”. Por no hacer todavía 50 años desde que la homosexualidad era considerada una enfermedad mental. 

Y de manera implícita, por todas las personas a las que le gustaría que fuese de otra forma diferente a la que soy. Por el miedo a ir por la calle con mi novia o con amigas del colectivo LGTBI+, incluso sin darnos muestras de cariño, simplemente por existir. Miedo a que nos agredan física o verbalmente. Miedo al rechazo, a que los padres y madres de mis amigxs no me traten igual por conocer mi orientación sexual. A que no me contraten en un trabajo por este mismo motivo. Miedo a que me aparten. Unos miedos que tienen sentido por haber vivido, a lo largo de mi vida, la discriminación debido a mi orientación sexual, y que han ido asentándose en mi, día tras día, en mi autoestima, en mi autoconcepto,  en mi autoconfianza, y, como cabe esperar, no de manera positiva.
Bajo mi punto de vista,  está totalmente invisibilizada la discriminación que sufrimos las personas del colectivo, simplemente por el hecho de pertenecer a él. Además, no creo que haya conciencia sobre la gravedad del daño que produce la discriminación y el rechazo en nuestra salud mental.

Y aunque muchas personas siguen haciendo comentarios como “si ya habéis conseguido todo, no sé de qué os quejáis”, yo hago un llamamiento desde aquí a seguir luchando por los derechos y la igualdad del colectivo LGTBI+. Por que se tomen medidas, desde los altos cargos, para erradicar la violencia, en todos sus tipos y que visibilice la realidad de la discriminación que, queramos o no, tenemos que tolerar.
Por último, me gustaría agradecer a las personas que luchan cada día visibilizando la diversidad de las personas  y que con su existencia hacen que otras personas nos sintamos comprendidas, apoyadas y con más fuerza para seguir en esta lucha diaria.

viernes, 1 de mayo de 2020

La lucha obrera de la mano del colectivo LGTBI+



Cada 1º de mayo trabajadores de todo el mundo salen a las calles para reivindicar sus derechos y exigir mejoras, tal y como hicieron los mártires de Chicago

Desde Almería con Orgullo, queremos manifestar que las personas LGTBI+ no sólo nos unimos a cada una de las peticiones que se puedan lanzar en pos de una mejora para cada una de las personas trabajadoras, también nos vemos en la obligación de exigir protección para nuestro colectivo. 

Parece olvidarse que el colectivo LGTBI+ lo conforman personas cuyas situaciones las hacen más vulnerables que al resto. Por todo esto, la tasa de paro y precariedad son de las más altas en comparación con otros grupos sociales. Nuestra realidad nos provoca el no encontrar empleo debido al rechazo, miedo, y estigmatización a la que nos vemos sumergides.

Desde Almería con Orgullo queremos alzar las voces para pedir igualdad de oportunidades, protección legal, y por supuesto que España deje de ser uno de los países europeos con más accidentes laborales, contratos más precarios, y salarios más bajos. 

Unámonos como hicieron en el pasado, juntes conseguiremos lo que queramos.